HODIERNA
HODIERNA (QÚESTIONS ACTUALS).
4. En el diario El País del 5 de abril de 2006 he publicado la siguiente carta al director:
Vuelve la censura.
Según una información aparecida en este periódico, el Consejo del Audiovisual de Catalunya ha elaborado un pliego de “directrices y recomendaciones” para asegurar que los medios actúen con “objetividad e imparcialidad” ante la próxima consulta sobre el Estatut. Un representante del C.A.C. explicó ante el Parlament que “el texto se basa en dos principios: asegurar la libertad de información y de opinión y garantizar que los electores tengan una información plural y veraz”. A este fin se establece un mecanismo de consulta previa acerca del “plan de cobertura informativa sobre el contenido del proyecto de Estatuto de Autonomía”. Pues bien, los términos de esta normativa del C.A.C. son los propios y muy bien conocidos de la política informativa de los regímenes totalitarios. Baste una cita de Gabriel Arias Salgado, ministro de información de la dictadura franquista (Política española de la información, vol. II, Madrid, 1958, pag. 184): “El ejercicio y la facultad más delicados que un Estado católico como el español posee, en orden a conseguir una responsable libertad de información, como es la consulta previa, no tiene en última instancia más explicación que la de hacer compatible el bien común con la libertad de criterio de cualquier periodista”. Es evidente que para los ideólogos del C.A.C. “la libertad de divulgación está condicionada por el servicio y la sumisión a la verdad” (pag. 142). Ofrezco estos curiosos paralelos como una muestra más de la deriva totalitaria de la vida política catalana en estos últimos años.
Josep Montserrat Torrents.
He publicado este exabrupto porque soy enormemente, casi de modo enfermizo, sensible a toda clase de censuras. Durante toda mi vida he sido objeto de múltiples y repetidos intentos de censurar mis escritos y mi enseñanza. Estos episodios serán objeto de tratamiento en este blog, en el apartado de MEMORABILIA y bajo el título general de "Historia calamitatum mearum". Comenzaré por mi cese fulminante por un ukase de Fraga Iribarne en el periódico Teleexprés en 1966. Y seguiré combatiendo todos los intentos de amordazar la libertad de expresión, máxime si proceden de los poderes públicos. (Barcelona, 6 de abril de 2006).
4. En el diario El País del 5 de abril de 2006 he publicado la siguiente carta al director:
Vuelve la censura.
Según una información aparecida en este periódico, el Consejo del Audiovisual de Catalunya ha elaborado un pliego de “directrices y recomendaciones” para asegurar que los medios actúen con “objetividad e imparcialidad” ante la próxima consulta sobre el Estatut. Un representante del C.A.C. explicó ante el Parlament que “el texto se basa en dos principios: asegurar la libertad de información y de opinión y garantizar que los electores tengan una información plural y veraz”. A este fin se establece un mecanismo de consulta previa acerca del “plan de cobertura informativa sobre el contenido del proyecto de Estatuto de Autonomía”. Pues bien, los términos de esta normativa del C.A.C. son los propios y muy bien conocidos de la política informativa de los regímenes totalitarios. Baste una cita de Gabriel Arias Salgado, ministro de información de la dictadura franquista (Política española de la información, vol. II, Madrid, 1958, pag. 184): “El ejercicio y la facultad más delicados que un Estado católico como el español posee, en orden a conseguir una responsable libertad de información, como es la consulta previa, no tiene en última instancia más explicación que la de hacer compatible el bien común con la libertad de criterio de cualquier periodista”. Es evidente que para los ideólogos del C.A.C. “la libertad de divulgación está condicionada por el servicio y la sumisión a la verdad” (pag. 142). Ofrezco estos curiosos paralelos como una muestra más de la deriva totalitaria de la vida política catalana en estos últimos años.
Josep Montserrat Torrents.
He publicado este exabrupto porque soy enormemente, casi de modo enfermizo, sensible a toda clase de censuras. Durante toda mi vida he sido objeto de múltiples y repetidos intentos de censurar mis escritos y mi enseñanza. Estos episodios serán objeto de tratamiento en este blog, en el apartado de MEMORABILIA y bajo el título general de "Historia calamitatum mearum". Comenzaré por mi cese fulminante por un ukase de Fraga Iribarne en el periódico Teleexprés en 1966. Y seguiré combatiendo todos los intentos de amordazar la libertad de expresión, máxime si proceden de los poderes públicos. (Barcelona, 6 de abril de 2006).
1 Comments:
No cal dir que jo també sóc sensible a qualsevol classe de censura. No cal dir tampoc que defensar la llibertat de poder dir el que algú altre vol que es digui no és llibertat a no ser que Rosseau ens sembli un autèntic liberal. Ara bé, malgrat poguem criticar que el CAC tingui un excessiu poder crec que per parlar de censura haurem de constatar que aquest poder s'utilitza "de facto" i per això parlar de totalitarisme em sembla excessiu. Sens dubte hem de defensar la permanent diferència entre defensar els límits del poder del governant i voler-los imposar nosaltres, però crec que el cas del CAC està massa envoltat de demagògia i que no és apropiat parlar de totalitarisme.
Post a Comment
<< Home